El título que encabeza este artículo es una frase atribuida a Pitágoras, un filósofo y matemático que vivió en los siglos VI y V a.C.

Esta frase resumen la idea de que a los niños se les debe enseñar valores de comportamiento, respeto, justicia, equidad, igualdad en su infancia. Son valores fundamentales no solo para poder convivir en sociedad, sino también para que en el futuro puedan tener un buen comportamiento hacia sí mismos y hacia los demás. Los niños al nacer son como libros en blanco, y sus padres o sus responsables legales son los que se deben encargar de poder ir pintando correctamente en cada una de sus páginas.
El ser humano es sociable y necesita del buen ejemplo
El ser humano es un ser sociable por naturaleza que necesita ejemplo de sus responsables para poder evolucionar y saber cómo debe actuar. Si a un niño le educas con amenazas o a gritos, en el futuro podrá tener serios problemas emocionales que se conviertan en trastornos o incluso, problemas de comportamiento impulsivo y delictivo.
Aunque cuando los niños son pequeños nadie puede llegar a imaginar estos extremos, los años pasan y la realidad llega. Es imprescindible educar a los niños en su infancia, teniendo cuidado en la disciplina, formándose los adultos para poder darles a ellos la mejor educación, para que puedan crecer en bondad, respeto y empatía hacía sí mismos y hacia los demás.
Los niños necesitan normas

Los niños necesitan normas y límites para poder evolucionar, para poder desarrollarse, para poder sentirse seguros tanto física como emocionalmente. Solo de esta manera aprenderán a respetarse y respetar a los demás, aprenderán a convivir en sociedad y a saber, que ellos no son más importantes que el resto. Que sus deseos y sus necesidades en muchas ocasiones deben ser controlados, sean cuáles sean. También, deben aprender a buscar ayuda cuando la necesitan, cuando se sientan en peligro tanto a nivel físico como emocional.
Los valores y las normas no son algo innato que los niños sepan o aprendan. Ellos los interiorizan a través del ejemplo, se les transmiten a través de la educación y por eso es necesario decir "no" a los niños, establecer normas y conseguir que sean personas autónomas y autosuficientes… teniendo siempre en cuenta, su bienestar emocional.
La frustración forma parte de la vida
Al mismo tiempo, es necesario educar a los hijos en los errores, en la frustración y en que a veces, también se pasa mal. La frustración forma parte de la vida y es necesario entenderlo para que no existan problemas patológicos en el futuro. Es necesario que tanto hombres como mujeres desde su infancia se eduquen para no tener que castigarlos en su vida adulta, que sepan enfrentarse a la vida real, donde las normas no se las tengan que imponer porque ya las saben y las respetan.
De esta manera no acabaran siendo adultos sin rumbo, porque cuando esto sucede es porque no tuvieron un adulto a su lado cuando eran niños que les sirviera de referente para orientar sus pasos… sin usar el miedo, sino el ejemplo y la educación emocional.